La Condición 8 de Octubre y la Distinción de Trabajador Destacado avalan la meritoria labor de este septuagenario pinareño, con más de cuatro décadas dedicadas al sector de la construcción en el municipio de Pinar del Río.
“Cada ladrillo que sale de los hornos sé que es un sueño a realizar en fecha próxima", afirma Pedro mientras su mirada evoca el recuerdo.
“Me siento en deuda con la Revolución porque me formó y me gradué en el extranjero. Empecé a trabajar en 1977 y desde entonces, aquí estoy, aportando desde la Empresa de Materiales de Construcción”.
Jornadas extras, trabajos voluntarios o enfrentar roturas dentro de la fabrica constituyen retos que a diario enfrenta el tecnólogo vueltabajero.
La jubilación no es para personas como Pedro que afirma continuará aportando con su grano de arena al desarrollo del país y preparando las futuras generaciones para que continúen edificando sueños.
Los lauros que hoy atesora en su hogar y la satisfacción del deber cumplido avalan la labor de este pinareño que, en cada faena, como diría Martí “Crece con el sudor que sale de sus manos”.