Para que tengamos siempre dónde enterrar nuestros muertos

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La falta de capacidad en algunos cementerios para las inhumaciones genera insatisfacción en familias pinareñas, que además de la muerte, tienen que lidiar con la carencia de una bóveda donde sepultar su ser querido.
En Pinar del Río, de un total de 31 cementerios, 10 no tienen espacio para la construcción de nuevas bóvedas. En tanto, otros 21 cuentan con terreno, pero la inexistencia de una ley cementerial impide la legalización de propiedades particulares, así como la compra y venta de terrenos con este propósito.
Las normativas del Ministerio de Economía y Planificación (MEP) para el trabajo en cementerios y funerarias, aprobadas desde el año 2007 y por las que se rigen los trabajadores de los Servicios Necrológicos, tampoco regulan qué hacer con las bóvedas de personas naturales que abandonaron el país, ni con aquellas cuyo propietario y familiares cercanos son fallecidos.
Otra de las causas que genera la saturación de las mismas es la inexistencia de un incinerador de cadáveres; lo cual propiciaría un aumento considerable de capacidad en bóvedas en los cementerios.
Ante estas deficiencias, la Dirección Provincial de Servicios Comunales trabaja en el montaje del primer incinerador de restos óseos de la provincia, en el cementerio municipal de Pinar del Río.
Este equipo no facilitaría la capacidad requerida para los enterramientos, pero sí para las exhumaciones de los cadáveres; que a veces -por no tener disponibilidad de osarios-, no se realizan en el tiempo establecido y se mantienen ocupadas bóvedas y nichos.
Respecto a la ampliación de los cementerios y  nuevas microlocalizaciones, esta alternativa no solo depende de Comunales, sino también de otros organismos que inciden en la compleja tramitación que requiere ese proceso.
No obstante, la dirección de este sector tiene la responsabilidad de impulsar a quienes influyen en dicha gestión, en tanto la Asamblea Nacional del Poder Popular apruebe una ley cementerial o el MEP asigne un incinerador de cadáveres para la provincia.
A Comunales compete además, garantizar eficiencia en los servicios de inhumaciones y exhumaciones, e impulsar la puesta en funcionamiento del incinerador de restos óseos.
Quienes tienen que decir adiós eterno a un ser  querido, no deberían sufrir también la penuria de no encontrar un lugar de descanso para ellos.


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