Cada mes de abril acuden con más fuerza a la memoria de Reynaldo Silva Rojas los sucesos Playa de Girón y sus encuentros con Fidel.

Junto a los otros integrantes del batallón de artillería enfrentó a los mercenarios de la Brigada 2506y ahora narra:

“Conocí a Fidel cuando llegamos a la Playa Girón; estábamos en los camiones a su alrededor mirándolo, admirando al Comandante que siempre ha llamaba la atención por la manera de hablar, por sus gestos y su caballerosidad, incluso en el combate.”

“Recuerdo que salimos rumbo al escenario de combate; Fidel, como siempre al marchó y nos esperó en el centrar Australia y allí dio las orientaciones de cómo entrar en operaciones. Prácticamente como no había defensa antiaérea la aviación estaba masacrando las tropas.

“Ese fue nuestro primer encuentro frontal con la aviación enemiga. Seguimos avanzando hasta que se tomó Playa Larga, donde lo vimos otra vez.

“Recuerdo una escena imborrable que nos sobrecogió, un camión con todos los viajeros masacrados, quemados por el napalm, una escena muy fuerte. En otro momento volvimos a coincidir con el Comandante, él se acercó a nosotros y preguntó: ¿Ustedes son los muchachos de Pepín?, el jefe inmediato que nos dirigía

• Sí, comandante, respondimos a grupo.
• Bien, vamos a conversar un poquito, pero después cada uno para su pieza, porque el combate no ha terminado todavía.
• “Fidel es el símbolo de todo. Más tarde en otro encuentro, nos decía que no se sabe que habría sido de este país sí hubiésemos perdido la batalla de Playa Girón”.

Hoy, un septuagenario pinareño que no descansa, sigue amando y defendiendo la Revolución, porque vive orgulloso del sueño que ayudó a construir.