Por su altura sobre el nivel del mar cuenta con un microclima de temperaturas más frescas, en su entorno próximo, posee un rico y variado patrimonio natural que se manifiesta en la existencia de la zona montañosa Sierra de la Güira, con formaciones rocosas que datan desde el período geológico jurásico, más antiguo de Cuba, hasta el más reciente, el cuaternario. Su flora y fauna cuentan una rica variedad de especies, muchas de ellas endémicas.
El poblado a solo 25 kilometros de Viñales, Monumento Nacional y Patrimonio Cultural de la Humanidad, y en las inmediaciones de la Sierra del Rosario, Reserva de la Biosfera, atesora importantes exponentes del patrimonio cultural popular tradicional. En su centro urbano se encuentran inmuebles de gran valor arquitectónico e histórico y por su fisonomía original y armonía, está catalogado como alguno uno de los pueblos más bellos de Cuba.
Se caracteriza por una trama urbana reticular con 36 manzanas, ubicadas alrededor de la plaza de Isabel II, con una calle principal. Entre los años de 1840 y 1860 se construyeron el cuartel, la iglesia, la escogida de tabaco, la casa de la Condesa de Lombillo, el correo y una red de hoteles como el Cabarrouy, el Julve y otras edificaciones de una planta, que servían como casas de huéspedes para acoger a visitantes, pues la red hotelera no satisfacía la demanda de hospedaje en la estación en que se tomaban los baños.
Es rico también el patrimonio de la cultura popular tradicional, sobre todo la gastronomía, de fuerte presencia y arraigo, avaladas por una historia de tres siglos de turismo de salud y una vida económica social y cultural que gira en torno a sus mundialmente famosos baños termales minero – medicinales, los cuales son los únicos en Cuba que poseen denominación de origen, con un manejo totalmente ecológico.
Hotel Mirador, del sistema de turismo y ajeno a los baños medicinales, pero muy cercano a la instalacion de Salud
En la frontera de los siglos XVIII y XIX, visitaron el lugar influyentes personalidades del gobierno colonial, científicos, investigadores, escritores, políticos, comerciantes y otros que buscaban en sus aguas el alivio de sus males , aparte de beneficios para sus intereses económicos.
Estampa antiquísima del poblado
Fueron ilustres visitantes de los Baños de San Diego, el científico alemán Barón Alejandro de Humboldt; Don Tomás Romay, científico cubano; doctor. Francisco Automarchi, médico de Napoleón; Don Tranquilino Sandalio de Noda, científico de Vueltabajo (quien fungía como propietario de una rica hacienda en el Partido de San Diego).
Area de baño
La forma en que el centro urbano se inserta de manera armoniosa con el entorno natural le confieren al poblado atractivo y belleza, sus calles constituyen escenarios para admirar el esplendor del paisaje y se establece una interesante vision de ellas entre sí, con el medio ambiente natural donde se insertan.
1- Que no debe utilizar un lenguaje ofensivo.
2- Que debe ajustarse al tema del artículo.
Redpinar se reserva el derecho a no publicar los comentarios que incumplan las políticas anteriores.