Con la presencia de autoridades del Partido y el Gobierno en el municipio de La Palma quedó develado el monumento a Liberato Domingo Azcuy y Azcuy.

En la velada el autor de la obra Andrés González agradeció la oportunidad de regalar esta escultura al patrimonio material del territorio que lo vio nacer.
A la memoria del patriota palmero la escultura evoca un renacer de la figura histórica. Liberato Domingo Azcuy y Azcuy se opuso a la dictadura de Machado y fomentó desde su posición como alcalde local los sentimientos patrios.

Al decir de Juan Carlos Rodríguez, historiador de Pinar del Rio, "este es un digno homenaje a quien se opusiera a Machado y por ello sufriera prisión y persecución. Hijo de una familia de patriotas, Liberato supo llevar en su vida lo más digno del sentimiento patrio¨. 
El autor de la obra escultórica enfatizó en la inauguración sobre el valor patrimonial del conjunto. Evocó además el pensamiento del líder de la Revolución sobre la necesidad de este tipo de trabajo.
¨Estamos agradecidos de la oportunidad de poder traer al pueblo que nos vio nacer una obra como esta. Aquí estamos también cumpliendo un sueño de Fidel que era un convencido de que en cada pueblo hay un hecho o una figura que merece un monumento a su memoria¨.
Intensas fueron las jornadas de ejecución del monumento que a partir de ahora ya pertenece a los palmeros. La iniciativa es un punto de partida para que en Vueltabajo cada municipio cuente con obras alegóricas a sus patriotas insignes.

 

Cuando asistimos a su despedida en el barrio de Las Cadenas, en el municipio La Palma, la joven Adriana Rodríguez Fuentes de solo 20 años recién cumplidos ya tenía aliento de campeona.

 Aunque no era la favorita en su disciplina el heptatlón  cuando Yorgelis Rodríguez  fue descalificada supo crecer y sacar la estirpe de pinareña  y de palmera tierras de glorias deportivas.

  Adriana tuvo la mejor actuación de su carrera  logró acumular  6 113 puntos  y dejó por detrás a la estadounidense Annie Kunz y a la colombiana Martha Araujo.

Verla competir en cada prueba, sufrir y gozar junto a ella en cada momento levantó el orgullo de muchos coterráneos dentro y fuera de la isla.

Son esos destellos de identidad que en la piel de nuestros atletas, en la velocidad de sus piernas, en la fuerza de sus músculos y lo elevado de sus saltos nos hacen repetir que Somos Cuba. 

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