Por su valor histórico, cultural y patrimonial ultiman detalles del remozamiento del inmueble de la Asamblea Municipal del Poder Popular Los Palacios, que en 1926 se construyó por un patronato para crear la sociedad de recreo Colonia Española.
En aquel entonces fue una iniciativa de la señora Victoria Inclán y Don Manuel Serga con la contribución de los comerciantes españoles y de posición económica desahogada. En la época revolucionario ha sido utilizado indistintamente en beneficio social.
Después del triunfo las otrora sociedades negras y blancas se convirtieron en Círculos Sociales Obreros. En los inicios los conjuntos musicales típicos amenizaban las fiestas en las que se recaudaban fondos para la compra de armas y otros proyectos de carácter popular. Se realizaban representaciones teatrales y danzarías dirigidas por maestros y personas aficionadas al arte como Rosita Castillo y Abelarda Fuster, que entre otras patrocinaban el incipiente movimiento de aficionados. Se jugaba dominó, ajedrez, se celebraban fiestas de 15.
El Circulo Social Obrero fue reflejo de la sociedad y de la cultura palaceña, por eso durante algún tiempo, en las noches su amplio salón se convirtió en discoteca, pero también fue escenario de grandes acontecimientos, como el siete de diciembre de 1989 el pueblo rindió tributo a los internacionalistas que ofrendaron su vida por la defensa de otras tierras del mundo.
En 1997 se decidió ubicar la Biblioteca Pública Municipal por el deterioro constructivo de su instalación y ante la inminente pérdida de su colección, el Gobierno Municipal y la Dirección de Cultura decidieron su traslado provisional para este local.
Se habilitaron salas para los diferentes públicos y en el 2002 comenzaron a apoyar el trabajo universitario con una pequeña colección prestada a la Sede Municipal y ampliada en el 2003 con la colección de libros de texto donada por el Ministerio de Educación Superior.
Los servicios bibliotecarios se perfeccionaron en 2007 con un grupo de computadoras para posibilitar la digitalización de la información y mejoramiento del trabajo técnico y sus servicios.
El 21 de diciembre de 2012 en la fachada fue colocada una Tarja por miembros de la UNEAC y la UNHIC para honrar el bicentenario del escritor Cirilo Villaverde. En dicha placa se recuerda el paso del escritor por Los Palacios durante su “Excursión a Vuelta abajo” en el año 1891.
En los albores del siglo XIX comienza manifestarse la arquitectura cubana de estilo neoclasicismo, mientras en Los Palacios se mantenía el carácter primitivo de la vivienda, de modo que la casa urbana era una derivación de la casa tradicional campesina y no es hasta los años de 1920 que llega este estilo arquitectónico a las barriadas urbanas del lugar.
En esta década hubo un crecimiento económico y social como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, los años esplendorosos posibilitaron cuantiosas riquezas para la burguesía palaceña y de modo especial para los grandes comerciantes, se construyen calles y se realizaron magnificas edificaciones.
Es una construcción monumental por las dimensiones de su planta y altura de las columnas, su estructura interior estaba conformada por un amplio salón con columnas enchapadas de espejos y un pequeño escenario, con un sistema de puertas altas y anchas que daban una gran majestuosidad y una adecuada iluminación.
Posteriormente con la fusión de las sociedades Liceo palaceño y Sociedades de familias pasó a denominarse Club Hispano Cubano, cuyos miembros respondían a la pequeña burguesía comerciante de origen hispana. Esta sociedad para blancos, junto a la sociedad nueva era para negros y mestizos, constituían un símbolo erigido en medio del pueblo al racismo existente en el país.
Pero también organizaba fiestas de despedidas de solteros y distribución de beneficencia a las familias y personas más necesitadas del pueblo. El Club además propiciaba otras distracciones: Se jugaba billar, dominó, damas y se realizaban competencias deportivas.
Por este local pasaron destacadas figuras de la cultura nacional como Benny Moré, Barbarito Diez y la orquesta Aragón que amenizó el tradicional baile de la guayabera en agosto de 1959.