Richard Herrera Friol es un estudiante adolescente de la escuela especial Conrado Benítez Holmes, del municipio Los Palacios, que no ha dejado de sentirse útil en estos tiempos de pandemia y sigue estrictas normas de seguridad toda la semana y se vincula a la parcela familiar Las Delicias, para eliminar el estrés que ocasiona la Covid-19 y para tributar en el noble empeño de contribuir con la producción de alimentos, una necesidad que va prendiendo en la vida de los palaceños.
Con padres amorosos, que han contribuido de manera significativa a su desarrollo, Pipín como todos lo conocen es muy querido en su comunidad por su laboriosidad, él nos enseña que en Cuba es posible ser feliz, realizarse como ser humano, y dar todo lo que uno tiene con amor y cariño. Sin duda alguna la alegría y el ímpetu de Pipín es un logro de nuestro sistema social cubano.
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