Los estudiantes y profesores de la Universidad de Ciencias Médicas de Pinar del Río ahora cuentan con nuevas herramientas para su empeño social a partir de una fructífera reflexión colectiva conducida por Abel Prieto Jiménez, director de la Oficina del Programa Martiano, presidente de la Sociedad Cultural José Martí y diputado a la Asamblea Nacional por el municipio Pinar del Río.
A su decir, el intercambio en el recinto vueltabajero, era una deuda no lejana con su Cátedra Martiana, que anda por los 35 años de fundada, y ahora aunaron esfuerzos también Yusuam Palacios Ortega, presidente del Movimiento Juvenil Martiano, y Juan Carlos Rodríguez, historiador de la Ciudad.
Hubo otros aportadores, pero la brillante exposición de los mencionados precisó cómo se conduce el mundo agredido constantemente por los intereses globales de Estados Unidos; la acertada visión que tuvo José Martí desde sus orígenes; la clarividencia de Fidel Castro por estudiarlos, desentrañarlos y combatirlo hasta el último aliento; la muestra de que la continuidad de la Revolución cubana no fue una casualidad, sino la consecución de una guerra necesaria para liberarla del principal enemigo y que después de Fidel continuaron Raúl Castro y ahora Miguel Díaz-Canel, un discípulo perseverante.
Centrándose en los momentos actuales, Abel Prieto recordó las palabras de Díaz-Canel en la votación del Referendo, el pasado 24 de febrero y cómo se evidencia que lo sucedido actualmente contra Venezuela sigue el mismo guion que una vez se hizo en Cuba, pero de una forma brutal y descarada, porque el imperio se ha envalentonado, al punto que las cosas que antes hacían en secreto a través de la CIA ahora lo hacen en público a través de las cámaras de televisión.
Recordó el hecho notorio, revelado en un excelente libro de José Ramón Fernández (El Gallego) titulado Un hombre afortunado, y en el que se muestran los detalles cuando se inicia las batallas en Playa Girón y la orientaciones directas de Fidel de que se moviera rápido con todos los cadetes de la Escuela de Milicias de Matanzas hacia la zona del desembarco.
Fidel tenía mucho apuro de que fuera derrotada la invasión, había descubierto el plan enemigo que era ganar una cabeza de playa para formar un gobierno títere con un presidente, al estilo Guaidó, para darle reconocimiento. Ya Cuba había sido separada de la OEA y el nuevo presidente sería reconocido por Estados Unidos y otros países preparados. Un plan igual al de ahora, pero totalmente público y anunciado, de que un individuo preparado por la CIA se declara “encargado” del país en plena calle.
Lógicamente todo esto forma parte, según los oradores, de la crisis de la cultura actual y que incluye hasta los significados y la importancia de los símbolos patrios, sujetos a la aprobación de los diputados de la Asamblea nacional del Poder Popular.
Prieto Jiménez puntualizó en que “tenemos que comenzar a departir de esos temas. Los jóvenes deben retomar conciencia, no como respuesta represiva, sino para crear conciencia sobre el asunto. Eusebio Leal en la introducción del Proyecto de los Símbolos Patrios cubanos dijo que hay personas que por ignorancia se visten con los emblemas de quienes los agreden, los bloquean y los quieren destruir”.
Un ejemplo de como en Venezuela la oposición ha diseñado la enajenación de los símbolos es que se han apropiado de emblemas del enemigo, han usado la bandera yanqui, los disfraces de súper héroes de las películas yanquis, y piden cosas increíbles, como que invaden a su patria.
Como ejemplo relató los orígenes del Capitán América y su significado, aparecido en plena segunda guerra mundial y traída a colación ahora como parte de su guerra silenciosa.
Josuán, por su parte, expuso que en el próximo Seminario Martiano, para finales de mayo, pudiera ser un buen tema el de la guerra simbólica, que muchas personas no la ven, porque precisamente esta hecha para que sea lo menos visible o al menos invisible.
Las disertaciones se centraron en que hay que sembrar muchas ideas y la guerra simbólica, que forma parte de una gran guerra cultural está haciendo mucho daño, porque busca retrotraernos al capitalismo.
Expusieron que hay un símbolo en estos momentos usado contra Cuba que es el propio José Martí y el enemigo lo mal utiliza, manipula sus pensamientos y sus ideas, incluso por las redes sociales coloca determinados extractos sacados de contexto, a veces inventados sobre lo que supuestamente creen ellos de lo que dijo Martí. Han declarado que el Apóstol no era socialista y entonces estamos traicionando el ideario de Martí. Y no podía serlo en su época, porque realmente lo que fue era un genuino anticapitalista y extraordinario antimperialista.
Fue una conferencia extraordinaria, que ellos prefirieron calificar de conversación, que complementó el ideario martiano y fidelista, se evaluaron las condiciones históricas del continente y sus países; la agresividad de los estadounidenses reviviendo sus viejas doctrinas y buscando minimizar los aportes del socialismo y la Revolución.
Juan Carlos, con su habitual retórica, mostró la valía de los aportes de Cuba, la presencia de cubanos que ya en el siglo XIX incluso fueron prominentes en el propio New York, el enfrentamiento de la lucha a pensamiento y como José Martí la identificó y llamó contra ella, y hoy día se impone fortalecerla porque está vigente.
Algunos estudiantes e invitados afirmaron sus intervenciones y cómo los revolucionarios están llamados a romper esa guerra solapada, tan dañina como la actividad bélica y por eso debe ser arma para los profesores en la formación de la juventud actual.
Abel Prieto recibé un reconocimiento de la Universidad por su contribucion a la esfera cultural.
Josuan, ferviente martiano.
Juan Carlos Rodriguez, historiador de la Ciudad.
