Aunque una mayoría de los cubanos están inmersos en los análisis, interpretación y exposición de criterios sobre las importantes trasformaciones económicas, no es menos cierto que otra parte está sujeta a los cambios de la Covid-19, porque están alejados de la familia y amistades, y no puede abstraerse de la preocupación permanente.

En la ciudad y la mayor parte de los municipios la vida cobra auge en la normalidad, pero en Guane, con ocho pacientes enfermos con Sars CoV2, trabajan intensamente y, de momento, logran estabilidad.

Lógicamente en Isabel Rubio y en toda la región más occidental funciona en un compás de espera, hay un nivel de personas que fueron contactos de los enfermos y otros considerados sospechosos; al menos hoy día 15 no debutó nadie, pero hay que esperar, el virus dispone de tiempo para incubarse y aparecer en el PCR.

De momento hay nueve ingresados enfermos en el Hospital León Cuervo Rubio: uno de Sandino, otra de Consolación del Sur y siete de Guane. En el Hospital Pediátrico Pepe Portilla, un menor de tres años, de Guane.

De manera general, además de los 10 mencionados, hay 164 personas, de ellos 121 por contactos y 43 sospechosos que están bajo observación de las autoridades médicas.  No hay personal de trabajo asistencial de la salud en cuarentena ni visitantes extranjeros.

Ayer confirmamos que la frontera sanitaria interprovincial con la Capital del país está muy activada; según los funcionarios presentes en Bacunagua, límite entre Los Palacios y San Cristóbal, explicaron que cada día atienden a más de 200 personas, a quienes se les toma la temperatura corporal y sus datos de donde proceden y hacia donde van.

Las autoridades de Salud, Policía e Inspección Estatal de Transporte son solícitos en la atención de los viajeros.

Ellos protegen la puerta grande, pero ya dentro de la provincia, la responsabilidad es de cada ciudadano en la calle como en la casa.