Pasando el pueblo cinco kilómetros se abre un acantilado en la roca labrado por el río Palmarito, con dos elevaciones conocidas como “Mogotes de las Dos Hermanas¨. En su interior existe un pequeño valle donde se encuentran el Campismo Dos Hermanas y hacia el oeste, se ubica el Mural de la Prehistoria, considerada una de las pinturas murales más grandes de Cuba. Ejecutada por los propios campesinos de la zona, dirigida por Leovigildo González, alumno del gran muralista mexicano Diego Rivera se dibujó el megalocnus, plesiosaurios, anmonites y otras figuras que recorren la evolución de la vida en el territorio cubano.