Las causas que incidieron en el incumplimiento de algunos programas constructivos y la violación de los contratos resultaron temas rectores de la plenaria anual de los trabajadores de la Vivienda en Pinar del Río.
Durante el encuentro, el director de este organismo en la provincia, Oscar Yumar Alfonso, explicó que los incumplimientos responden en su mayoría a la limitación y suministro tardío de los recursos.
“En el caso del plan de impermiabilización, de un total de 60 edificios recibieron este tipo de mantenimiento 50, faltando 10 debido a la insuficiencia de manta impermiabilizante. La carencia de materiales también incidió de forma negativa en la construcción de viviendas por la vía del  subsidio y del esfuerzo propio.
“La población debe conocer, por ejemplo, que recursos como los elementos de techo, la arena y los módulos de ventana entraron al territorio en el último trimestre del año. En ese periodo, las empresas constructoras duplicaron esfuerzos, pero humanamente resulta imposible ejecutar con calidad en tres meses, un proyecto que demora hasta siete y ocho meses”, aclaró Yumar Alfonso.
Según Mariano Cruz Ledesma, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial que atiende las construcciones, la falta de control, exigencia y sistematicidad también dificultó la obtención de mejores resultados.
“Si no se realiza en tiempo y con precisión la documentación técnica de cada una de las inversiones, no marchará bien la ejecución de las mismas. Es cierto que en el proceso inversionista intervienen las empresas constructoras, pero ellas requieren los expedientes, por tanto la Vivienda como organismo inversionista tiene que tener listo esto desde inicio de año.
A criterio de José Luis Hernández León, subdirector técnico de la Dirección Provincial de la Vivienda (DPV), para superar las deficiencias detectadas, la entidad precisa que sus directivos utilicen el contrato como una herramienta de trabajo.
“Cuando uno analiza por qué el 42 por ciento de las viviendas construidas en 2017 se terminaron en el mes de diciembre, concluye que no hubo una buena secuencia constructiva y que no se cumplió con lo contratado.
“La contratación resulta determinante en los procesos inversionistas y cuando las partes violentan lo pactado, entonces se establece una ruptura entre el cronograma de ejecución de las obras y la realidad, lo cual trae aparejado el incumplimiento o problemas de calidad.”
Varios directivos presentes en la reunión plantearon la necesidad de recurrir a la demanda, como recurso legal para hacer valer la contratación.
“Existen elementos suficientes para demandar a las empresas constructoras que incumplan con el contrato. Primeramente, ello perjudica a las personas que están a la espera de sus viviendas. Pero afecta, además, la programación presupuestaria de la entidad, al punto de que Finanzas puede retirarnos presupuesto por no ejecutar este según el plan”, explicó Andrés Carmona Martín, subdirector general de la DPV.
El balance de los trabajadores de la Vivienda en la provincia devino también en espacio oportuno para discutir otros temas de interés como la calidad de las viviendas terminadas, el cobro de las acciones de conservación y rehabilitación, la erradicación de las ilegalidades en edificios multifamiliares, el funcionamiento de las oficinas de trámites, la política de cuadros y el control interno.