El campesino Rogelio Ortúzar nunca pensó que un día iba a recibir la condición de Héroe del Trabajo de la República de Cuba. Simplemente, se esforzó siempre por serle útil a su familia, a la comunidad donde nació y a su país.
A sus 70 años, considera que ese es “el mayor reconocimiento que a alguien se le puede otorgar”, y asegura que cuando le fue conferido, aclaró que sin su cooperativa y sus productores, jamás lo habría conseguido. Por tanto, este es un premio para todos, aclara Ortúzar.
A pesar de haber heredado su finca de su abuelo y de su padre, quienes se asentaron en la zona de El Palenque, en el municipio pinareño de Consolación del Sur, en 1927, afirma que “si volviera a nacer, quisiera ser campesino, pero dentro de una Revolución como la nuestra”.
“Siempre digo que el pueblo de Cuba tiene mucho que agradecerle a la Revolución, pero el campesinado tiene que agradecerle mucho más.
“Al campesinado antes nadie lo miraba. No fue hasta 1959 que se le reconoció el derecho a la tierra y a la dignidad”.
Durante 22 años, fue presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) 26 de Julio, la más grande de Cuba, tanto en área como en asociados (más de 660 campesinos), sin cobrar un centavo por esa labor. “Desde el principio, dije que con lo que obtenía en mi finca, era suficiente para mí, desde el punto de vista económico.
“Además, he contado con el apoyo de mi hijo para que pudiera dedicarle la mayor parte del tiempo a la cooperativa”.
Integrante del Comité Nacional de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) hace 28 años, y de su Buró Ejecutivo hace 22, Ortúzar posee plena confianza en el campesinado, y su decisión de apoyar al país en un momento tan delicado, debido a la situación que ha originado la expansión de la Covid-19.
“Sabemos que hay una situación económica muy compleja a nivel mundial con esta pandemia. Y los cubanos tenemos un reto superior, con ese bloqueo cruel e inhumano que los Estados Unidos no para de recrudecer.
“Pero el campesinado cubano, que siempre ha estado al lado de nuestro pueblo, se empeña en producir con eficiencia”.
Considera que “hoy más que nunca, se demuestra el carácter humanista nuestro sistema político”, en medio de la crisis mundial que ha provocado el nuevo coronavirus, y las escenas de muchos países donde miles de personas han sido abandonadas a su suerte.
“En estos días es noticia repetidamente, las donaciones de alimentos hechas por los campesinos a centros de aislamiento o instituciones de salud. Esa es una muestra de la humildad de los hombres y mujeres del campo.
“En el Período Especial también lo hicimos. Eso se quedó sembrado en nuestra gente”, asegura Ortúzar, y añade que “ni el bloqueo ni la Covid-19 nos van a impedir que salgamos adelante”.
A diferencia de lo que suele hacer todos los años, este primero de mayo será distinto para él.
“Yo siempre he desfilado con los campesinos de mi cooperativa en nuestro municipio de Consolación del Sur, pero esta vez vamos a celebrar el día internacional de los trabajadores, aplaudiendo desde los portales, a todos los que en medio de la pandemia, se encuentran luchando por la vida.

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