Aunque ya el grueso de la cosecha está en casas de curación (secado), todos los municipios pinareños continúan recolectando tabaco, un rubro que en tiempos de Covid-19 aumenta su importancia para la economía cubana.
Según las cifras oficiales, todavía quedan unas 4 350 hectáreas a lo largo de la provincia, de las 18 123 que se plantaron durante la campaña.
Ello implica que aún existen unos cinco millones de cujes en el campo, en espera de la recolección, asegura el delegado provincial de la Agricultura, Víctor Fidel Hernández Pérez.
Según el funcionario, ya se cosecharon más de 223,2 millones, y se espera poder alcanzar los 28,8 millones previstos, equivalentes a más de 16 600 toneladas de la aromática hoja.
Hernández Pérez afirma que el tabaco que se seca en las casas de cura natural presenta un buen comportamiento, y que lo mismo sucede con el tapado que se halla en cámaras de cura controlada.
Precisamente de este último, fundamental en el aporte de capas con las que se visten los famosos habanos, señala que se deberán acopiar 275 toneladas.
El delegado del Minag recuerda que la campaña 2019-2020 se caracterizó por las siembras fuera de término, debido al atraso en la entrada de los fertilizantes y el déficit de combustible para el riego.
No obstante, el enorme esfuerzo de los productores ha permitido llevarla adelante.
Para el beneficio de la hoja, precisa que se mantienen abiertas 103 escogidas, en las que se aplican con rigor todas las medidas de protección para evitar el contagio con la Covid-19.
De cara a la próxima campaña, añade que se pretenden sembrar 19 769 ha.
Reconocida como la tierra del mejor tabaco del mundo, Pinar del Río aporta alrededor del 70 % de las hojas que se cosechan en el país.
La actividad tabacalera generó en el 2019 más de 269 millones de dólares por concepto de exportaciones, lo cual es una muestra de su importancia para la economía cubana, en un momento en que otras fuentes de ingreso como el turismo están paralizadas a causa de la crisis sanitaria mundial.

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