Vida es una niña del municipio pinareño La Palma, con síndrome de Dowm, que asiste a la escuela junto a los demás niños de primer grado.
Lo que para muchos puede ser una limitación, para Vida, la familia y el equipo de maestras del semi internado Liberato Domingo de Azcuy se convierte en un incentivo.
Hasta el centro educacional llegan cada mañana sus padres Yurelkis e Ignacio con su pequeña, y su papà
recuerda que su nombre se le otorgò por el desafío a la muerte que libró la pequeña y el equipo de especialistas, que asistieron el alumbramiento y tuvieron que enfrentar una sepsis generalizadas a partir del nacimiento.
Vida, aunque es Síndrome de Down, asiste a la escuela y, a la par de los demás niños, emprende el camino del conocimiento. Para sus padres es verdaderamente un reto para romper el estigma e insertarla a la sociedad .

Su madre, Yurelkis Rodríguez Carrasco, narra:
¨… Vida es una niña especial, es la alegría de la casa, marco en el que se siente desinhibida. El gran reto ha estado en inseratarla al grupo de niños en la escuela, que logre avanzar y en eso hemos logrado mucho de conjunto con los maestros. Ya rebasó el preescolar y va cursando el primer grado y aprende.Y yo sè que ella puede en la medida de sus posiblidades….¨
Las educadoras realizan un trabajo diferenciado con ella y moldean su conducta y aprendizaje.

Kenia Azcuy Rodríguez, la educadora, opina:
¨…Con Vida tenemos un reto adicional es una niña muy cariñosa y querida por todos y acorde a sus necesidades aprende. Cada día cuando tenemos un logro con ella es motivo de satisfacción para nosotras como equipo de trabajo….¨

En Cuba se estima, según estudios, que 9,8 casos de cada 10 000 nacimientos presentan Síndrome de Down. Historias como las de Vida son ejemplo de inclusión y esfuerzos desde la familia y la sociedad para romper barreras y lograr desde la diferencia la utilidad y la realización personal.

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