Como la vida misma

 

(Elaborado con algunos datos de Guerrillero)

Los edificios adquieren connotación histórica como la vida misma y tal como con los humanos, cumplen años.

En las tareas difíciles, incluso para una hazaña se llama a los más viejos, lo cuentan las leyendas porque se acumula más historia y experiencias, es un arrastre de la antigüedad, de los conglomerados humanos guiados los Consejos de Ancianos.

No puedo asegurar que ahora fue por eso, pero casualmente las autoridades de Pinar del Río prefirieron por condiciones específicas al Hospital Viejo para enfrentar la epidemia y cumple con dignidad colosal, ahora con mucho más personal, más capacitado, joven, dotado de tecnología, reforzado con técnicos y especialistas de los demás centros del sistema, en resumen mejor que en sus años de aparición el 24 de mayo de 1950.

El Sars CoV2 ha desordenado todos los países, pero en Cuba hay otras peculiaridades, la acumulación de saberes en las ciencias médicas y otras afines, permite que Pinar del Río no haya tenido fallecimientos y los graves solo en excepción.

Su director, el especialista de segundo grado en Medicina Interna, doctor Juan Eloy Cruz Quesada, confesó al periódico Guerrillero : “Siete personas graves se recuperaron totalmente de la enfermedad, lo que denota el alto nivel de preparación y compromiso de nuestros profesionales médicos, que se batieron durante jornadas completas para preservar la vida de sus pacientes”, Dicha sede ofrece servicios clínicos, geriátricos, de cirugías general y maxilofacial, urología, atención al grave, gastroenterología, dermatología, quiropedia, medicina natural y tradicional, rehabilitación, psicología y farmacia, entre otros. Hay además un laboratorio de microbiología y uno clínico de referencia provincial que realiza controles de calidad a diario”.

Celenia, paciente de San Luis que estuvo entre los graves por la Covid-19

La plantilla de trabajadores comprende 325 médicos, de los cuales 135 son residentes en formación, además de 242 enfermeros, cuya labor resulta imprescindible para la recuperación de los enfermos, pero en este caso han tenido el apoyo del Hospital Pediátrico Pepe Portilla, el Abel Santamaría, policlínicos y otras dependencias del sistema provincial.

Imagen de personalidades de la epoca fudacional. Al centro, el Ministro de Salubridad doctor José Raimundo Andreu

En la Provincia de Pinar del Río antecedía un hospital para la atención a la población que a partir de los años 1920 llevaría el nombre del destacado médico-cirujano Raimundo Menocal. El personal sanitario de esta sede hospitalaria se ha especializado en el tratamiento de enfermedades infectocontagiosas y ha combatido epidemias como la de meningoencefalitis del año 1989, la influenza A (H1N1) del 2009 así como los contagios de dengue acentuados entre el 2016 y finales del 2019.

A pesar de acciones llevadas a cabo en distintos gobiernos en ésta  década, ni con mucho la salud pública en Pinar del Río, logró cubrir las mínimas demandas de la población, pues a pesar de encontrarse explicita la función social del Estado en la Constitución de la República, la estructura y organización de los centros hospitalarios del país eran deficientes e insuficientes, no habían medidas reguladoras del proceso, tampoco de la asistencia médica a la clase mayoritariamente pobre, predominando el desvío del recurso y presupuesto para intereses particulares.

Este Viejo, pero querido hospital, nació del empeño, las denuncias y el apoyo que compulsó al gobierno de la época el “Comité Todo por Pinar del Río”, una acción de nobles se ilustres ciudadanos, el 26 de noviembre de 1941, con el lema “Dejemos de ser la Cenicienta”.

Y por eso hace siete décadas se inauguró el Hospital Civil y a partir del primero noviembre del mismo año se le rebautizó como “Hospital León Cuervo Rubio”, por decreto presidencial. (Resolución Nº 558).

El doctor León Cuervo Rubio, oriundo de la capital provincial, nació el tres de julio de 1885 y su niñez se desenvolvió entre el poblado de San Luis y la ciudad de Pinar del Río.

Según lo escrito sobre su historia médica, en 1908 se traslada a la ciudad de Pinar del Río a ocupar la plaza de Médico Municipal y asiste al Hospital Civil “San Isidro”, donde se le reconoce como cirujano general de gran habilidad y un comportamiento moral, caracterizado por la ayuda a los pobres; un gran sentido de la responsabilidad y una fama proverbial en su provincia..

Científicamente tuvo el mérito de haber introducido en Pinar del Río la anestesia por éter, el uso de guantes quirúrgicos y la anestesia raquídea. Aparte de su reputación más allá de la frontera provinciana, porque perteneció a todas las Asociaciones nacionales concernientes a su especialidad.

En el año 1918 se presenta a concurso de oposición para plaza de Director del Hospital “Raimundo Menocal” la cual obtuvo sin dificultad.

Trabajó además en el Sanatorio de la Colonia Española donde simultaneaba a los asociados y a su clientela privada, pero sin desatender su obra altruista para con los pobres. En dicho centro transita por todas las categorías: honorario, médico de visita, cirujano y director.

León, falleció en Pinar del Río el tres noviembre de 1946, pero dejó una huella que aún es paradigma para los médicos vueltabajeros.

En la etapa revolucionario el hospital ha sido de constante movimiento y transformación, aunque lamentable de no poseer la lista actualizada de directores, podemos contar la presencia de hasta 27 profesionales (24 médicos y una  Maxilofacial, la doctora María del Carmen Giniebra, actual directora del III Congreso, quién entra en la historia como la primera mujer  con esa responsabilidad en la dirección del centro.

Otros apuntes importantes es que en 1964 el doctor  Juan A. Guasch  (fallecido), comenzó una verdadera estructura bien organizada de transformaciones en el Hospital. Se inició en 1968 la Docencia Médica Superior.

Y oficialmente el movimiento de formación grupal de profesionales comenzó ese año con una asesoría directa del doctor Fernández Mirabal (fallecido) y  la primera graduación de Especialistas de Medicina Interna fue en 1970 (los doctores Marcos A. Montano, Carmen Serrano, Rafael García Portela (los anteriores fallecidos) y  Caridad Morales.

En el curso 1968-69 se recibieron los primeros internos y residentes, y el primer grupo de alumnos de cuarto año de la Carrera de Medicina con toda la estructura oficial de la provincia, fue en el curso 1970-71.  La primera graduación masiva (1973) de estudiantes formados en el Hospital y la entonces Filial de Medicina.

Su historia es larga como apasionante, imposible de reducir en este espacio, por eso quedarán fuera todos los éxitos de muchos años, la incorporación de nuevas tecnologías quirúrgicas, programas y servicios, los nombres de figuras notables de la medicina, la enfermería, técnicos, administrativos y de servicios, cada uno con su historia propio e interesante.  

En él han intervenido muchas personalidades de las ciencias, la medicina y la política; ha tenido muchos galardones, pero el principal es el reconocimiento de su pueblo, que se engrandece en medio de la peor epidemia nacional y una devastadora pandemia mundial que hace historia.

 Primeros médicos que abandonan la cuarentana durante la pandemia

 

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