_{Foto en uno de los entrenamientos en el Centro Provincial de Genética Médica de Pinar del Río del profesor Luis Raúl y doctoras que brindan atención a los municipios}

 Los centros de genética médica del país, al igual que el resto de otros servicios afrontan las consecuencias de la Covid-19, pero el ingenio de los cubanos no estuvo ocioso y por eso nació la Red Cardiofetal, surgida del doctor Carlos García Morejón, responsable de diagnóstico de malformaciones Cardiovasculares - a nivel nacional - del Cardiocentro William Soler.

La innovación comenzó desde junio cuando un grupo de Whatsapp, a lo largo del país, en la que intervino la iniciativa del master pinareño, el doctor Luis Raúl Martínez González, especialista de I y II Grado en Obstetricia y Ginecología y responsable, hace 36 años, del Diagnóstico prenatal de anomalías congénitas por ultrasonido en Pinar del Rio, quien revela la labor que ahora desempeñan.

La dinámica de su actividad en la provincia más occidental comenzó a verse afectarse desde marzo por la situación epidemiológica, que impedía enviar enfermos a la Habana y se limitaban solo a consultas de algunos casos por la vía telefónica entre el Cardiocentro y el Provincial de Genética Médica vueltabajero.

Con esa situación tampoco era factible el traslado a la Habana de personal médico para entrenamiento y, a pesar de su larga experiencia, necesitaba el contacto directo de sus adiestrados con la capital.

Ahora explica: “La Red tiene como objeto presentar sumarios de las diferentes provincias con alguna anomalía cardiovascular fetal y está integrada por más de 45 médicos; se expone el caso por algún integrante de la Red o por el profesor Carlos García, acompañado con videos y fotos, para que los  especialistas colegien y viertan su opinión al respecto de las diferentes estructuras normales o patológicas que observan en cada paciente.

“Así intercambian todos los integrantes y después de varios días el médico que presentó el caso presentan sus conclusiones; ha sido muy útil para nuestra superación y hemos conocido de anomalías nunca vistas, acompañadas por una explicación detallada del doctor, de cómo se llegó a ese diagnóstico final.

“Uno de los mayores retos de la pandemia ha sido continuar investigando, facilitar la labor  asistencial, sin violar el aislamiento social que nos ha afecta desde diversos puntos de vista, tanto psicológico, afectivo, social y laboral, que en nuestro caso ha sido el aplazamiento de actividades docentes habituales de superación científica”.

En Pinar del Rio están inscritos tres médicos que diariamente visitan la Red para leer y descargar  los contendidos audiovisuales y en los casos de especialistas que no tiene la facilidad por carencias de un celular adecuado, en el Centro pinareño se realiza una compilación de los materiales para que puedan ser revisados e intercambiar más cercanos en el entorno local.

Los médicos que trabajan en el Centro Provincial de Genética Médica, así como a los diplomantes, que rotan por allí, conocen regularmente las explicaciones en computadoras, como método complementario de enseñanza.

También los doctores García y Martínez realizan búsquedas en Internet para enriquecer el currículo de los demás, sobre noticias, procedimientos, hallazgos y todo lo que está actualizado en cardiología pediátrica actualmente en el mundo.

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