El Patio de Pelegrín no es solo arte

El Patio de Palegrín, proyecto cultural comunitario, en que además de arte  produce alimentos con prácticas agroecológicas y artículos utilitarios en su taller de cerámica, en estos días en que no se realizan actividades culturales sus creadores y trabajadores se mantienen laborando en el organopónico, el cuidado de la instalación y elaborando piezas de barro para uso en el campo.

El patio muestra con el paso del tiempo la utilidad y valía del proyecto para la comunidad. En dos décadas de trabajo se convirtió en referente para el trabajo cultural comunitario en Cuba. Desde su concepción la “cultura” se comprende como un proceso creativo y de formación integral.
Por estos días en que la pandemia de la COVID-19 obligó a hacer un alto en las actividades culturales con participación de pueblo, el patio de Mario Pelegrín se mantiene activo, pues el artista incluyó en su proyecto un organopónico en el que además de la enseñanza de prácticas agroecológica en la agricultura se obtienen alimentos para la comunidad.
“Nuestro organopónico esta categorizado por el grupo nacional d la agricultura urbana como de excelencia. Se mantiene sembrado todo el año y sus producciones se consumen en centros estudiantiles y sociales y por los habitantes de la comunidad. Se mantiene al día, tenemos sembrado boniato, ajo puerro, cebollino, tomate cherry, flor de Jamaica, chayote, zanahoria, rábano y otras hortalizas, además de frutales variados en su entorno”, comenta con orgullo.

 


Mario es un artista inquieto. En su proyecto se enseña artes plásticas, costura, cocina cubana y lectura, entre otras ramas del conocimiento y la creación. Hace algunos años logró construir un taller de cerámica, que por estos días se mantiene produciendo.
"Teniendo en cuanta las actuales circunstancias, el taller labora con un solo artesano que lo hace todo. Nos concentramos en producciones utilitarias destinadas al campo fundamentalmente, como el porrón para agua, la tinaja criolla, algunos elementos decorativos y platos de barro. Nuestra concepción es que la cotidianidad puede ser más agradable y estamos necesitados de rescatar tradiciones autóctonas que tanto aportan a la nacionalidad cubana”, argumenta.


Este era un solar yermo y el artista lo convirtió en una institución cultural en la que no cesa la creación.
“Esta pandemia nos impuso retos y nos deja como enseñanza cuanto más podemos hacer. El patio no cesa en su proceso de apertura. Ahora terminamos un local destinado a infusiones cubanas, le puse por nombre el de mi madre que tanto me enseño, en el “Café Eufenia” también se elaborará comida criolla, aprovechando los talleres de culinaria que se realizan aquí.


La naturaleza fue bondadosa en sus tierras fértiles, se cuida cada planta que hace de este un lugar mágico. Aquí todo se convierte en arte. Se multiplican los detalles aportan belleza y en cada visita se encuentra nuevas motivaciones. Es la obra más completa creada por este pintor naif.
El Patio de Pelegrín forma parte de la vida diaria en el consejo Popular de Puerta de Golpe. Sus pobladores sienten el orgullo de tenerlo y ser partícipes en su inagotable proceso de creación.

Escribir un comentario

Para hacer un comentario recuerde:
1- Que no debe utilizar un lenguaje ofensivo.
2- Que debe ajustarse al tema del artículo.
Redpinar se reserva el derecho a no publicar los comentarios que incumplan las políticas anteriores.