Michelania de la Hoz tiene seis años y una medalla de oro. Apenas alcanza a la mesa pero se las arregla para contender con sus oponentes. Otro tanto ocurre con Neimar Piñero, ganador de dos preseas de bronce en el evento pioneril sub siete años desarrollado en Guantánamo.
Ambos entrenan en el combinado deportivo número tres de Arroyos de Mantua. Para el profesor Nelson Pitaluga las condecoraciones de sus pupilos constituyen una fuente de inspiración personal. “Son pequeños, solo seis años y ya tienen medallas, de modo que estoy muy feliz con lo alcanzado; en esas preseas va un poco de mi esfuerzo”.
Tales logros son resultado del entrenamiento sistemático de un deporte que inició en la villa marinera algunos años atrás por puro esparcimiento.
“Había muy poco que hacer y apareció una mesa de tenis. Y lo que comenzó como un pasatiempo derivó en asunto de orgullo local, porque el campeón nacional juvenil de Cuba, con eventos internacionales, es de aquí, de Arroyos de Mantua”.
El entrenador se refiere a Eday Enrique Gómez Rojas, quien, para confirmar la ausencia de casualidades, acaba de coronarse campeón de Cuba en la individual del certamen nacional juvenil sub 18.
En los próximos años, el poblado de pescadores llenará titulares por ser la cuna del tenis de mesa en Pinar de Río y una de las canteras nacionales de esta disciplina.
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