El crecimiento de la infraestructura habitacional de los últimos años conspira contra la capacidad de evacuación del canal maestro de residuales, que corre de norte a sur por espacio de 2,6 kilómetros, en la actualidad ubicado en el centro de la villa y encargado de colectar el agua resultante de las precipitaciones.
En la tarde del domingo 15 y el lunes 16 ocurrieron las mayores inundaciones desde el huracán Wilma. Entre 40 y 60 milímetros en 45 minutos provocaron crecientes que se mantuvieron por unas tres horas. A pesar de alcanzar las viviendas ubicadas en un radio no inferior a los 30 metros, no se reportaron pérdidas materiales.
Especialistas de Acueducto y Alcantarillado en Mantua explicaron que la crecida se debe, además, al grado de obstrucción del canal por desechos, muros y otros obstáculos que la población ha situado en los últimos 10 años a lo largo de sus riveras y la imposibilidad de pasar al cauce con equipos pesados para su profundización y saneamiento.
Por su parte, la licenciada Dianelys Asco, representante del CITMA en el territorio hizo referencia al desarrollo de un proyecto de rehabilitación del canal pluvial que mitiguará el impacto de las inundaciones y elimine el efecto negativo de las aguas albañales sobre el medio ambiente y las personas con domicilios cercanos a esa corriente de agua. El propósito es incluir el referido plan en la cartera de proyectos del territorio para el 2021.
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