Ahora los Vegueros suman 11 victorias y todos se preguntan qué ha cambiado en la novena más occidental, teniendo en cuenta que conservan casi los mismos rostros de la anterior contienda (culminaron décimos en la primera ronda con 18 éxitos y 25 fracasos) e, incluso, se enfrentan a notables ausencias.

El secreto del triunfo se esconde precisamente en un cuerpo de lanzadores que, pese a no contar con estos tres brazos, siegue siendo uno de los mejores del torneo, apoyado en la experiencia de Yosvany Torres, Erlis Casanova e Isbel Hernández, así como en el crecimiento cualitativo de Yoandy Cruz y Yosvany Álvarez, dos tiradores de rendimiento discreto en lides anteriores.

Torres, el As natural, solo obtuvo tres sonrisas en todo el curso pasado y ahora ya anda por dos (llegó a 100 en su carrera, onceno pitcher pinareño que lo logra), un salto que ansiaban la dirección y los seguidores de la novena. Casanova, por su parte, sostiene el nivel que lo convirtió en líder de efectividad hace un año, mientras Isbel ha asumido el rol de cerrador con seguridad, desierto tras la partida de Moinelo.

A ellos se suman Cruz y Álvarez, dos derechos que se han acomodado en la parte posterior de la rotación con cuatro victorias entre ambos, mientras se espera que mejoren su efectividad Yaifredo Domínguez y Frank Luis Medina, aunque sobre este último es válido reconocer que ha participado en cinco de los éxitos vueltabajeros hasta la fecha, gracias a tres salvamentos.

Madero en ristre, el zurdo Lázaro E. Blanco anda por ocho remolques en menos de 40 turnos oficiales; Saavedra se mantiene en la línea como uno de los bateadores más eficientes del certamen, y Donal Duarte carga con los galones de capitán. El antesalista ha arrancado a toda máquina, embasándose casi en la mitad de sus turnos y entre los mejores empujadores.

Además Pinar ha triunfado en sus seis pleitos como visitadores, una gran mejoría, pues en la Serie 56 cayeron 15 veces lejos del Capitán San Luis. Detrás de todos estos resultados está la mano motivadora de Pedro Luis Lazo y su cuerpo de dirección, quienes han trabajado muy duro durante los últimos meses por devolverle los bríos al plantel. Ellos tienen todo el mérito de, casi con los mismos hombres, revertir el paso errático que los dejó fuera de la lucha por las medallas.

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