Los locales llegan al sexto juego con balance favorable de tres triunfos por dos, de ahí que se encuentran a solo un éxito de agenciarse por vez primera la corona del deporte. El quinteto masculino dirigido por Andrés González, asume esta final inédita con una escuadra que tiene entre sus figuras clave a Yosiel Monterrey y el refuerzo artemiseño Osmel Oliva, en tanto la defensa constituye su principal acierto.
La efectividad en los tiros libres deviene asignatura pendiente para ambos planteles, mientras que todos los enfrentamientos del play- off se han caracterizado por las bajas puntuaciones.
En su segunda discusión del cetro del baloncesto cubano, pues en el campeonato 2005- 2006 cayeron frente a la selección de Ciego de Ávila, los yumurinos se encuentran comandados por Allen Jemmont, otrora capitán del equipo Cuba, quien ha demostrado ser un estratega consecuente.
Jemmont dispone de atletas oportunos en la nómina de la llamada Maquinaria roja, como es el caso de Yuniskel Molina y Dany Torriente, en tanto sus discípulos saldrán al tabloncillo centrados en imponerse a sus contendientes, para igualar las acciones y extenderlas un día más en terreno ajeno.
De ser necesario, los conjuntos se verán nuevamente las caras mañana miércoles en el recinto pinareño, en busca del monarca de la LSB.
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