La Educación Especial surge bajo el signo del derecho, la igualdad y la justicia, en su dimensión de proyecto jurídico y político, así como en su realidad histórica. La atención a las personas con Discapacidad Intelectual es una de las prioridades de nuestra política social, que garantiza y desarrolla acciones para la elevación de la calidad de vida y la equiparación de oportunidades. Hoy en víspera del 56 aniversario de la Educación Especial, comprendemos como en ningún otro momento anterior, que las limitaciones de las personas no son límites o techo del desarrollo, sino que debemos actuar creativamente y encontrar los recursos necesarios para estimular y promover el desarrollo de esa innegable potencialidad humana que lleva consigo toda persona.