Como bien apunta el diario Granma en su artículo de sábado, la jornada beisbolera de viernes tuvo un gran significado, por el mero hecho de que peloteros, árbitros y el resto del personal involucrado en el campeonato, muchos de ellos afectados por la tormenta, dejaron atrás sus hogares y regresaron al ruedo para cumplir con los más de 17 000 aficionados que asistieron a los partidos.