La Caravana de la Libertad hizo su entrada a la ciudad pinareña, donde una multitud de pueblo la esperaba para darle un merecido recibimiento. Nunca debemos olvidar nuestra historia, y hoy los pinareños hemos recordado el momento especial que significó la entrada de los barbudos a nuestra provincia. Por Dayelín Machín Martínez. Foto de Jaliosky Ajete (tomado del periódico Guerrillero)

El 17 de enero de 1959, Fidel Castro Ruz llegó a la provincia más atrasada de Cuba, triste honor que correspondía a Pinar del Río, el país tenía una mortalidad infantil de 40 por cada mil nacidos vivos y la nuestra era de 60 y con 10 años menos de esperanza de vida que la media nacional.

En cuanto a la educación analfabetismo y baja escolarización eran los elementos predominantes, solo el 28 por ciento de la población disfrutaba del servicio eléctrico, y esos, son solo algunos de los lamentables indicadores que recogían en cifras, la pobreza y poca calidad de vida que distinguían la región.

Con la mencionada visita quedaba registrada la entrada de la caravana de la libertad a la parte más occidental de la isla, en ese propio año, Fidel volvería varias veces e impulsaría diversidad de programas, la proclamación de la Ley de Reforma Agraria, la construcción de comunidades agrícolas (Moncada y el Rosario), el primer hotel edificado por la Revolución (Los Jazmines), la confección del mural de la Prehistoria, el estudio del sistema cavernario de Viñales y más, como la creación de las milicias.