De la africanía en Cuba. Obeyono II
- Eduardo Norberto Herrera Herrera
- Cultura
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Appetebi era el verdadero nombre de la esposa de Orunmila. Ella presumía de tener un enamorado debajo de cada árbol y mira que había árboles en la región. Cansada de tanto genio, “porque usted se incomoda mucho”, un día terminó por amenazarlo en abandonarlo y a la mañana siguiente lo abandonó.
Appetebi salió en busca de un buen camino y fue cuando entonces se encontró con Blandino Pokamonta, quien vivía en tierra de cementerio y a quien le tenían prohibido comer palomas y cuidarse de embolias, colitis, virus, operaciones, presión alta y del corazón. Morena, sensual, bella y de mirar provocador; Pokamonta, quien no debía llevarse por provocaciones, se dejó provocar y se enamoró de ella.
Como el lugar donde vivía Blandino no le gustaba a Appetebi, decidió llevarlo al Ilé donde vivía con Orunmila, con el argumento de que era su primo.
Orula decía que en la vida había que aprender el arte y la eficiencia de la perseverancia, que las medicinas y los preparados diabólicos podían fallar, pero la paciencia es tan constante como la existencia del cielo y la tierra; por ello, cuando Appetebi y su enamorado llegaron a su casa les hizo comida, los invitó a almorzar, vistió la cama y se fue al río.