El equipo de béisbol de Pinar del Río acaba de ganar el Campeonato Nacional de la categoría juvenil, torneo que concluyó el pasado sábado en Camagüey con el triunfo de tres carreras por una sobre Granma.
Ocupante del cuarto puesto el pasado año, ningún seleccionado de la más occidental había logrado escalar a lo más alto del podio desde 2007, cuando una generación dorada de peloteros conquistó el título precisamente en tierras de los tinajones.
Protagonista indiscutible del salto cualitativo de esta selección, Mario Luis “Pototo” Valle fue seleccionado en octubre pasado para guiar los destinos de la novena vueltabajera. “Fue una larga carrera en la que nos vimos limitados por la escasez de recursos, por los problemas con la hierba del terreno pero buscamos alternativas, unas veces entrenábamos en el 'Capitán San Luis', en la jaula de bateo o en el 'Borrego' y así pudimos llegar a cumplir los volúmenes de trabajo planificados”, aseguró el estratega.
El excelente desempeño de la etapa regular en la que lograron 21 triunfos y 14 reveses, permitió a los locales acceder a la final como segundo clasificado por la zona occidental, solo por detrás de La Habana, quien ganó 23 y perdió 13. Los números colectivos, ubicaron a los nuestros séptimos en bateo (250), sextos en pitcheo (3.01) y primeros en defensa (964) durante esa etapa. Amén de los buenos resultados, Pinar no salía como favorito para coronarse en la competencia, sin embargo, durante la fase decisiva demostró de que está hecha esta generación de jóvenes talentos.
“Nosotros llegamos de 'hembra', como decimos en el argot beisbolero, en ningún momento nos daban como favoritos pero aprovechando la experiencia que he adquirido en las direcciones de equipos anteriores les transmití muchos mensajes positivos, les dije que si en categorías anteriores habían logrado medallas de plata teníamos ahora la posibilidad de cambiarle el color”, dijo Mario Luis Valle.
Apoyado ofensivamente por los talentosos Harold Pedroso, Robiesky Castro, Fidel Linares, Carlos Emilio Pelegrín y Javier Tasí y contando con el brazo seguro de los lanzadores Leodán Reyes y Manuel Iserme, Pinar del Río fue superando a sus rivales de turno en la final del Campeonato Nacional.
“El resultado salió gracias al entrenamiento. Cuando llegó el entrenador Mario Valle nos dijo que esta era una carrera larga y que debíamos esforzarnos muy duro”, afirmó Fidel Linares, uno de los líderes de este equipo dentro y fuera del terreno.
Otro que sobresalió, tanto en la clasificatoria como en la final, fue Robiesky Castro quien afirmó: “Colectivamente esperábamos hacer un buen papel porque este era un equipo unido. Todo fluyó muy bien, en lo personal te puedo decir que entrené fuerte para que me salieran los resultados”.
Ganador en series nacionales de mayores como jugador y entrenador, “Pototo” Valle no esconde, sin embargo, la alegría que lo embarga tras el triunfo recién conquistado en la categoría juvenil. “La sensación que viví de ganar esta competencia fue muy grande, incluso hubo lágrimas de felicidad y abrazos de satisfacción por la labor cumplida, por eso te digo que esta victoria es la más grande que yo he disfrutado”.
La conquista del Campeonato Nacional, posibilitó a cinco jugadores del patio hacer el grado a la preselección de Pinar a la 58 Serie Nacional de Béisbol, a la vez que deja una sensación de optimismo en que el relevo generacional parece garantizado en Vueltabajo.
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