A mediados de la semana estaban presentes en la provincia 423 médicos pinareños de los que estaban en Brasil y solo restan los cuadros, algunos hospitalizados o por otras razones, aunque se completaran todos en pocos días.
Después de concluir esta importante misión, otros más de 1 600 trabajadores vueltabajeros prestan su colaboración en otros 52 países, según informó a Guerrillero, Marbel Piloto Hernández, jefa de la unidad de colaboración en Salud Provincial.
Todos los colaboradores fueron recibidos en actos masivos por autoridades, familiares, colegas y organizaciones, tanto en los centros como en las comunidades.
Con ese espíritu que caracteriza a los cubanos, muchos se han incorporado a su trabajo profesional, como es el caso de la doctora Ordaimma Cordero Sabala, especialista en Medicina General Integral del municipio Guane y quien anteriormente había cumplido misión en Venezuela.
“Estaba en el Estado de Sao Paulo, municipio de San Vicente, un lugar de suficientes recursos económicos, un territorio desarrollado, pero yo estaba ubicada en favelas.”
En un lugar muy intrincadas, con dos favelas necesitadas, con más de 5 700 personas y alto parasitismos, enfermedades de trasmisión sexual y tuberculosis transcurrió su estancia.
Como médico cubana, la prevención y promoción sanitaria lograron disminuir los valores estadísticos negativos, aunque para ello diariamente atendía 32 pacientes como promedio, aparte de las consultas y las charlas educativas.
Bolsonaro no solo quitó los médicos,
les robó el corazón a los brasileños
“Trabajar en Brasil es muy significativo, -agrega- te enseña y te permite valorarte más como persona y como médico; te permite valorar más lo que tienes aquí, adoras más a esta tierra.
“Para ellos eres como un Dios, incluso pacientes me decían ¿doctora yo lo puedo tocar? Y a la respuesta afirmativa insistían, ¿pero doctora es verdad, la puedo tocar? Si, les decía, toca mi mano, dame un beso, le saludaba: buenos días… Era así ellos no percibían. No imaginaban que un médico pudiera caminar junto con ellos por las calles o pudieran ir a sus casas, a visitar a los pacientes… les parecía fabuloso.
“Regresar a mi patria lo significa todo, estar con mi familia, estar entre los míos. Cuando uno pone los pies en Cuba siente una cosa rica, se dice ¡ya…! ” Estas palabras son evidencia suficiente para explicar, porque Ordaimma sea de las primeras de comenzar a trabajar a la llegada a su municipio.
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