En estos días de angustia y dolor, cuando todo un país sufre por tantas pérdidas, pero al mismo tiempo no se amilana y sigue palante, como decimos en buen cubano, conocemos historias que de verdad son dignas de compartir porque sacan a la luz la valía de un pueblo que no le tema a nada, y que por sobre todas las cosas, es ejemplo ante el mundo de hidalgía, valentía, solidaridad, amor al prójimo y sentido del deber.
Ella es Caridad, cooperante que resguarda y protege la central telefónica de ETECSA en La Coloma. Cuando llegaron los trabajadores al centro, ya ella tenía casi limpio todo. Mucho fango y mucho escombro había, dice ella, pero no se amilanó y lo logró. Su hijo vino de Matanzas a saber de ella y aquí se ha quedado ayudándola. Ahora todos juntos acometen la limpieza. Ella es digna de ser mencionada en estas horas difíciles de la recuperación, es ese ejemplo de que La Coloma saldrá adelante.
Julio Antonio Pérez, secretario general del Buró Extraterritorial del Sindicato de ETECSA en la provincia La Habana, cuenta que cuando Caridad dejó limpia la instalación y marchó a su casa, se encontró con su vivienda destrozada y llena de escombros, pero para ella lo fundamental era recuperar el centro. Por eso su hijo, se quedó junto a ella, no solo apoyándola en su casita, sino en las labores de recuperación del Centro Telefónico de ETECSA en La Coloma, conscientes ambos de la importancia de las comunicaciones en situaciones de desastre como esta.
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