Dijo el dramaturgo y novelista brasileño Paulo Coelho: “Quiero creer que voy a mirar este nuevo año, como si fuese la primera vez que desfilan 365 días ante mis ojos”.
A mi interpretación, esta frase pudiera significar de manera global, olvidar el pasado, comenzar una vida nueva y tratar de encontrar en ella todas las oportunidades que quizás no habías tenido.
Sólo que ignorar el pasado también significaría dejar de lado todo lo que fuimos, lo que vivimos, la gente que queremos y que nos quiere.
Al meditar en estas reflexiones, prefiero verlo desde otro punto de vista, dirijo la mirada hacia otra expresión y me hago eco de ella: esta vez de León Gieco que en su canción “Cola de amor” expresa “Para poder seguir tengo que empezar todo de nuevo”.
Recuerdo también otro pensamiento de José Martí que alude a la cultura como necesaria para lograr la libertad y agrega que “Ser bueno es el único modo de ser dichoso”.
Y sí, creo que se impone la construcción de una vida más dichosa y me pregunto ¿cómo conseguirlo?
Echar un vistazo hacia atrás, no sólo al año que acaba de concluir sería ideal, meditar en lo que hemos hecho, sea bueno o malo, detenernos más que en las acciones humanas que tuvimos y lo que logramos, reencontrarnos con los errores y con lo que no pudimos alcanzar.
De ello, particularmente yo, me propongo para este 2020 ser más amable, más humana, entiéndase esto como mostrar más amor por el prójimo como por mí misma, dedicarle más tiempo a mi familia, redoblar el esfuerzo en lo que quiero alcanzar y prepárame más profesionalmente.
Si analizamos sólo un poco, nos daremos cuenta que en ello no hay nada difícil. Si enfocamos nuestro pensamiento de esa forma, entonces sería bueno decir como Paulo Coelho: “Quiero creer que voy a mirar este nuevo año como si fuese la primera vez que desfilan 365 días ante mis ojos”.
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