Este 19 de noviembre fue diferente, por vez primera no hubo vítores ni actos de pueblo en el municipio de Pinar del Río, para festejar el Día de la Cultura Física y el Deporte, porque el movimiento deportivo pinareño incursionó en otras labores y la pandemia cambió la rutina.
Desde hace más de un mes se les ve alegres cada mañana con el escobillón en manos barriendo las principales calles de la ciudad, labor que cumplen consientes del papel que les corresponde en estos momentos.
El año 2020 ha puesto a prueba al sector del deporte, que se multiplica en otros oficios de vital importancia para proteger la salud de los más vulnerables: los integrantes dijeron SI sin dudarlo.
Los trabajadores del ramo también se han destacado en la campaña antivectorial, la atención a personas vulnerables, en el cuidado de las colas, en el enfrentamiento a coleros y revendedores, y ahora como barrenderos de calles, se les ve gustosos a estos hombres y mujeres por conocen la utilidad de cada labor que realizan.
Y es que el movimiento deportivo en el municipio de Pinar del Río, prefiere sentirse útil a importante, por eso asumen con entusiasmo cada misión que se les encomienda, en eso radica su grandeza, porque ellos como dijera Martí: conocen la beneficio de la virtud.
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