En el municipio de Consolación del Sur se eliminaron áreas con control de foco en el efrentamiento a la epidemia y se retiró la restricción de movimiento aplicada a la poblaciòn durante dìas, para minimizar la dispersión del coronavirus. No obstante el perímetro urbano de la ciudad continua en cuarentena. En el municipio aún se mantienen nueve áreas bajo control, que se eliminarán en dependencia de la evolución epidemiológica.
El acto del levantamiento de las áreas de control de foco se convirtió en momento de regocijo y reflexión para que la poblaciòn comprenda la importacia que tuivieron las medidas y la necesidad de que no aparezca otro rebrote.
“Fueron muchos días de entrega, sin límite de tiempo. En esta etapa vivimos momentos muy difíciles. Pero supimos sobreponernos y como cederistas y federadas dimos el paso al frente para enfrentar esta batalla contra la pandemia que nos afecta”, comentó Ana María Hernández Silva, del Grupo de atención de área para control de foco
Las áreas exigieron la máxima restricción de movimiento para facilitar la prestación de los servicios fundamentales y la atención médica con medidas ágiles, efectivas y basadas en un alto sentido de humanidad y solidaridad.
“En estos días en que tuvimos contacto muy de cerca con la COVID-19, me di cuenta que su enfrentamiento depende más del apoyo psicológico que del propio tratamiento medicamentoso. Estoy seguro que en la memoria de todos los pacientes eso quedará, como el apoyo emocional y solidario”, comentó de su experiencia el doctor Denis Almírola Borroto, médico atención primaria de salud
“Es un área cerrada donde viven embarazadas, niños pequeños, ancianos con morbilidades propias de la edad y a todos tratamos de atender, de llegarles y que todos se sintieran bien en las adversas condiciones de máxima restricción de movimiento”, agregó Ana María Hernández Silva, del Grupo de atención área de control de foco
Para los profesionales de la salud y los designados para atender las áreas de máxima restricción, esta es una experiencia que los enriquece y contribuye en su formación profesional.
“La medicina es una profesión que requiere de una alta dosis de humanidad. El mayor agradecimiento lo tengo de mis pacientes, cuando cada mañana me daban los buenos días. Y te comento que miedo hemos sentido todos, porque luchamos contra un enemigo invisible, pero cumplimos con las medidas establecidas para ganar esta batalla. Como joven me siento agradecido de esta experiencia primaria en mi vida profesional. Me formo como médico y me dio herramientas para ser un mejor ser humano”, agregó el doctor Almírola Borroto.
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