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Con casi cinco millones de pesos este año y de ellos tres ya utilizados en inversiones y mantenimientos, la salud pública pinareña muestra otra cara, no solo en lo físico de sus unidades sino también en el mejoramiento de los servicios y existen razones para afirmarlo.
Julio César Rodríguez Pimentel, integrante del Comité Central y primer secretario del Partido en la provincia, razonaba en el hospital pediátrico Pepe Portilla, como se ha transformado la opinión del pueblo, que hace un tiempo casi la totalidad de las quejas eran para desacreditar y en la actualidad, aunque no falta lo negativo, hay un estado de aprobación y reconocimiento.
La transformación no es solo de un día, hay un avance ostensible en centros hospitalarios y el resto de la infraestructura en los 11 municipios, por tal motivo se invitó a periodistas de los diferentes medios para mostrar al pueblo lugares neurálgicos, como los hospitales Abel Santamaría Cuadrado, pediátrico Pepe Portilla y hogar de ancianos Carlos Castellanos.
En el intercambio al que asistieron también Ernesto Barreto Castillo, presidente de la Asamblea Provincial, y el doctor Miguel Gómez, vicedirector provincial de Salud, se explicó que de 6 309 muebles clínicos registrados ya se han reparado 2 487; se recordó que con un millón de pesos, aportado por el Minsap, el pasado año se dotó de agua a los hospitales Abel Santamaría, III Congreso, unidad de Medicina nuclear, Psiquiátrico, Hogar de ancianos y la Universidad de Ciencias Médicas y con el remanente se beneficiaron pobladores de la carretera a Viñales, en la periferia de la capital.
Aún, a lo interno, del “Abel” se continúa en tres objetos de obras exteriores como acometidas y el tanque exterior, e incluso ya disponen de nuevas bombas, adquiridas recientemente y en proceso de instalación.
Pero no solo se trata de lo material ya se transforman algunas de las medidas de la regionalización sanitaria que en su momento se aplicaron por problemas coyunturales del país y servicios que entonces se unificaron solo en la ciudad se extienden a territorios como Sandino y Consolación del Sur, principalmente en partos, diálisis y otros perentorios.
En el “Abel Santamaría” se trabaja en el completamiento de los falsos techos de los pasillos, se pinta todo el exterior, tiene una nueva cerca perimetral, se remozaron salones del bloque ginecobstétrico, salas, la cocina comedor que se acometió en cuadro fases, el internado médico y un conjunto de otras obras que se acompañan de una mayor limpieza, organización y exigencia, pero todo necesita del apoyo de la población.
El pediátrico Pepe Portilla se concentra actualmente en la construcción de su futuro Cuerpo de guardia, previsto para concluirse el próximo año, pero ya hay avances porque tienen un nuevo salón de operaciones moderno, se remozaron salas, impermeabilizaron, se dotaron de una magnifica sala de cuidados progresivos y está alistándose para proceder en la reparación de la unidad de cuidados intensivos.
Otro centro beneficiado es el hogar de ancianos Carlos Castellanos, con 282 camas y considerado en mayor del país en su tipo, con utilización al 97 por ciento y donde se le cambió toda la carpintería, se enchaparon 20 baños, cuatro comedores y se le hicieron terrazas para el disfrute de los acogidos.
En los lugares visitados los familiares y pacientes expresaron su agradecimiento, evaluaron la aceptación de los servicios y expusieron sus puntos de vista que afianzan la labor, encaminada desde hace varios años y que ya muestra un resultado.
También se reconoció que además del presupuesto estatal hay un aporte sustancial de la contribución local del uno por ciento, más el trabajo de organismos, como por ejemplo el Grupo de Comercio que remozó una sala, las FAR y un número de empresas que han brindado diversos apoyos en acciones y materiales.
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