Con la cola entre las piernas
- Mantua
- Visto: 8395
El eco de una derrota flota en el viento y se expande por el mundo junto a la humareda sobre la frontera colombiano- venezolana, fruto del auto sabotaje que los dadivosos infligieran a su cacareada “ayuda humanitaria”. Después de la tormenta del 23 de febrero, soportada con determinación monumental por el pueblo, el ejército y la Guardia Nacional Bolivariana, los apocalípticos intentos por culpar al gobierno de Maduro de cada “atentado” ocurrido en la línea divisoria quedaron en eso: intentos.