“Quien no ponga el alma de raíz se seca”, expresó la poetisa cubana Dulce María Loynaz. Una idea profunda que aplica para los artistas mineros, creadores interminables de un arte avalado por la crítica más exigente de la provincia y el país
La cultura minera más viva que nunca
- Juan María González Cabanas
- Minas de Matahambre
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La Cultura que gestan los jóvenes está signada por la sistematicidad, consagración y los deseos de trascender de sus protagonistas desde Minas de Matahambre, un municipio apartado de los centros urbanos que aglutinan la vanguardia artística.
Paradigmas en este sentido lo son el maestro del expresionismo Elvis Céllez (artes plásticas), Maritza Ramos (escritora), el grupo musical SL La Nueva Talla, el dúo de trova Grafitti, los raperos “Independencia” y el formato teatral “El Juglar del Cisne”.
Cada uno de estos exponentes demostró, durante el año que culmina, la valía de sus propuestas, los conceptos y proyecciones personales, a través de las diferentes obras.
Las pinturas expresionistas, con rostros de animales y personas, el libro para niños “Todo por Mariana”, las exitosas presentaciones musicales de las agrupaciones, en sus múltiples tendencias y el reto escénico “Pakelé”, conformaron éxitos protagonizados por esta avanzada juvenil.
Minas de Matahambre fue noticia en gran parte del país, gracias a ellos, a su optimismo y ensayos diarios.
Sus desvelos, horas de entrega y autoexigencia conquistaron los éxitos anhelados.
Hoy, cuando la isla celebra el Día del Trabajador de la Cultura, los artistas de estas montañas exhiben el fruto y la felicidad de sus sacrificios.
Supieron colocar el alma de raíz y el árbol de la dicha brotó de manera indetenible.
Contra todo pronóstico lograron convertirse en artistas profesionales, el denuedo de cada jornada los llevó a alcanzar metas insospechables.
¡Felicidades amigos!